jueves, 14 de octubre de 2010

DE LA CRISIS TAMBIÉN SE SALE

El otro día tuvimos reunión con la profesora de nuestra hija. Nos sentamos en esas sillas tan chicas, bastante incómodo por mi sobrepeso. Estuvimos tantos padres como madres, yo ya soy un veterano de las reuniones de principio de curso y, ciertamente, nunca había visto tan igualada la participación de padres como madres, se me ocurrieron varias respuestas, pero al final preferí pensar que es porque aquello de la igualdad se va consiguiendo y la corresponsabilidad en la educación de nuestros hijos e hijas es cada vez mayor.
Miré el listado de comedor para ver si estaba mi hija y vi que el número de comensales que tenían la cuota mínima se había incrementado sensiblemente. A su vez, hay muchas caras nuevas en la parada del transporte escolar, padres y madres que antes esperaban las guaguas de los colegios concertados y ahora comparte la vida escolar en el San Isidro.
Mientras esperamos la guagua escolar compartimos nuestras cosas. Lo primero que ahora nos quejamos menos. Parece que tenemos asumido que esta va a ser un mal año Los padres apenas se quejaron. Tenían asumido que este iba a ser un mal año. Hace ya muchos meses que dura la crisis, y sus efectos son cada vez más perceptibles entre los padres y las madres. El vendedor de pisos que impartía lecciones cada vez que abría la boca había desaparecido. Tampoco estaba el que cambiaba de coche cada seis meses (el último fue un todoterreno que puso en peligro la vida de dos alumnos el día en que se precipitó sobre la acera).
En ocasiones, después de que se va una guagua escolar más llena que nunca, vamos a tomar un café al bar que está al lado de la parada. Casi vacío, comentamos las novedades del barrio o de nuestros hijos mientras el dueño nos dice que la cosa está peor que nunca. No es el único que lo dice, otros padres y madres que trabajan como comerciales alargan sus jornadas laborales hasta la extenuación para intentar mantener sus magros ingresos. Otros muestran su desánimo pues, después de estar estudiando para opositar, han recibido la desagradable noticia de que, , este año no vaya a haber convocatorias.
Nos enfrentamos a diario con un panorama deprimente en el que cada vez son más tristes las noticias que recibimos y más dura la realidad económica y social que como familias estamos afrontando. Además, se da la circunstancia de que vivimos una especie de “nueva pobreza” pues hasta ayer mismo muchas familias disponíamos de un nivel de renta y de gasto muy alto. Sin embargo ahora apenas nos da para comer y, en ocasiones, ni eso.
Es ahora el momento de enseñar valores a nuestros hijos e hijas y, nada mejor que ensañar con el ejemplo. Más que nunca podemos ejercer la solidaridad, esta vez no con lejanos territorios y pueblos lejanos, al contrario, con nuestros vecinos, con las familias más próximas con las que compartimos los espacios de la parada de la guagua o del parque de juegos infantiles.
Esa solidaridad también la ejercemos desde el AMPA. Los padres y madres del Colegio San Isidro tenemos la oportunidad y también la obligación de ayudar a otros padres y madres que ahora necesitan nuestra ayuda, al menos para cubrir las necesidades que podamos atender de aquellos niños y niñas compañeros de nuestros hijos y que más lo necesitan. Desde el AMPA te propondremos iniciativas e ideas, solicitaremos tu apoyo y tu compromiso para apoyar a quienes ahora necesiten de nuestro apoyo. En definitiva, muchas variables vinculadas a la crisis no dependen de nosotros, pero tenemos un margen, por pequeño que sea que sí depende de nosotros, el de nuestra solidaridad y respeto. Nuestro lema es “por los niños y las niñas”. Por ellos y ellas merece la pena mostrar nuestra voluntad de ser una comunidad escolar cohesionada y unidad, más en tiempos de tan duras dificultades.

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